lunes, 10 de octubre de 2011

Partido Comunista del Uruguay

Modesta y resumidamente, trataremos de trasmitir en los artículos que de hoy en
adelante publicaremos, que hemos escrito o transcripto, como y cual es el
verdadero rostro del comunismo. No se trata de un partido político común como
los que arrastran las corrientes de pensamiento que predominan en la humanidad
pacífica, como los social demócratas, los social cristianos, los republicanos, los
demócratas, los centristas, los liberales, los conservadores, etc., sino que se trata de
una organización internacional que busca imponer su ideología hasta llegar a la
dictadura del proletariado, fase en la cual, si llegan, ya prácticamente será
imposible desplazarlos.
Su impulso mayor comenzó en la Rusia Soviética, y poco a poco, fue aumentando
sus centros de poder en los distintos Continentes.
Su primera expansión la tuvo anexando por la fuerza a países limítrofes, y luego
sucesivamente, a otros que fueron quedando como limítrofes de sus nuevas
anexiones, así hasta llegar a formar después de la finalización de la Segunda
Guerra Mundial, su zona de influencia conocida como “la cortina de hierro”.
En Asia, China, bajo el liderazgo de Mao Tse Tung se convirtió en el gigante
comunista del Continente, teniendo directa o indirectamente bajo su égida a otros
varios Estados que se fueron convirtiendo, entre ellos Corea del Norte, Viet Nam,
Laos, Camboya.
En Centroamérica el comunismo internacional logró situar su base más
importante de todo el Continente con el advenimiento de la Cuba Comunista de
Fidel Castro.
Sudamérica finalmente llegó a convertirse en una especie de “campo de prueba”
de todos los comunismos, llegando a alcanzar los gobiernos, además de Cuba, en
Nicaragua y en Chile bajo el estandarte de un Partido Socialista totalmente
comunizado.
Más allá de ello, bajo distintas formas, unas apoyadas desde Moscú y otras desde
La Habana, fueron haciendo germinar la violencia política por todo el Continente,
lo que queda claramente expuesto cuando estudiamos las conclusiones de la
Conferencia de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (O.L.A.S.)
Los marxistas leninistas de distintos grupos, fueron formando aparatos
militarmente armados y entrenados, que generaron violencia hasta en países como
el nuestro, que la habían desterrado como método político desde principios del
siglo XX.
En Africa comenzaron por Etiopía, Angola, Mozambique y así fueron extendiendo
su violencia hasta llegar a influir en prácticamente todos los países del Continente
Africano, al cual, unidos a otros intereses, dejaron en ruinas políticas, económicas
y sociales hasta hoy día.
También fue desde Cuba, como testaferro de Moscú, que se diseñó la estrategia a
seguir para comunizar los países africanos, lo que se fue concretando a través de
los resultados de otra reunión llamada Conferencia de la Organización de
Solidaridad para los Pueblos de, Asia, Africa y América Latina (OSPAAAL),
también conocida como La Tricontinental.
Por eso, cuando leamos o escuchemos a nuestros comunistas vernáculos, no
creamos en sus palabras melosas, en sus presuntos intentos de justicia social, en el
seguimiento del camino pacífico que pregonan, ni nada de lo que dicen. Todo es
mentira. Todo está subordinado a intereses que sólo representan al comunismo y a
los comunistas.
2
Evidentemente, el derrumbe de la Unión Soviética trajo al internacionalismo
comunista del mundo, serios problemas, especialmente en lo ideológico y en lo
financiero interno de esos partidos, pero lejos están de dejar de existir como
algunos creen.
Nadie piense que el Partido Comunista Uruguayo es diferente al Partido
Comunista de la ex Unión Soviética; nadie piense que nuestro PCU es diferente
ideológicamente pero similar en sus procedimientos políticos al Partido Colorado,
al Partido Nacional o al Partido Independiente. No, son cosas totalmente
diferentes. El PCU constituye una aceitada maquinaria que sólo está esperando
que se den las condicionantes políticas, basadas en su estrategia sin tiempo, para
concretar el asalto al poder, un asalto que inicialmente podrá ser pacífico o
violento, pero que nadie dude: una vez alcanzado será la violencia que
mostraremos la que reine. Y en eso están, pues esa es la política marxista leninista,
pero por sobre todo, es lo que han hecho en el mundo lo que cuenta y demuestra
sin erosiones su verdadera calidad totalitaria.
Lo que estamos diciendo no surge de pareceres ni de impresiones, por el contrario,
hoy día fluyen, cada vez más organizadamente, las informaciones acerca de la
política y las actividades nefastas del comunismo en el mundo entero.
Los que lo sufrieron tratan de trasmitir sus vivencias y alertar al mundo para que
no les suceda a otros lo que a ellos les sucedió.
Se han formado grupos de investigadores que cada día descubren nuevos horrores
sobre la ideología más perversa que se ha desarrollado sobre la tierra. Como
veremos reiteradamente: maestros de nazis y de fascistas, y hasta cómplices
cuando fue de su conveniencia..
Parecería ser que nuestra región latinoamericana es una de las que no quieren
aprender que es lo que realmente significa el comunismo bajo las distintas formas
de que se disfraza. El Comunismo significa poder omnímodo del Estado, pobreza,
sufrimiento, impunidad, muerte y dolor, mucho dolor.
Son artistas en disimular su verdadera esencia, y la gente común, la gente buena,
cuya preocupación mayor radica en su familia, su trabajo y su diario vivir en paz,
no tienen tiempo para estudiar profundamente quienes son verdaderamente estos
vendedores de espejismos.
Si no fuera por lo serio y doloroso del tema, sería una cuestión risueña pensar en
comunistas y afines representando el papel de defensores de derechos humanos.
Ellos, los más funestos violadores de todos los derechos humanos; los más
conspícuos y reiterados delincuentes de lesa humanidad; los mayores responsables
de los más atroces crímenes de guerra y contra el Derecho de Gentes; los
inventores de los campos de concentración y de las deportaciones étnicas masivas;
los que impusieron jornadas de trabajo de doce horas por día con tres días de
descanso al mes; los que sojuzgaron a decenas de millones de personas al trabajo
forzado hasta morir; los que criminalizaron el trabajo llegando a penar con un
mínimo de tres años de prisión a aquel que llegara con mas de veinte minutos de
retraso al mismo; los más encarnizados torturadores de sus enemigos
(trabajadores mayoritariamente); los peores enemigos de sus propios camaradas a
los que “purgaban” (mataban) cuando veían que podían representar un peligro
para su futuro político o del círculo interno que integraban; los que formaban
partidos comunistas en países extranjeros y luego asesinaban a sus líderes por el
sólo hecho de efectuar un recambio de personas que pudiese evitar eventuales
disensos políticos.
3
En nuestro Uruguay nunca representaron una fuerza política que en el juego de la
democracia pudiese representar un peligro para la misma, puesto que jamás
pasaron de aproximadamente 80.000 votantes. Sin embargo fueron y vuelven hoy a
ser los poseedores de la infraestructura más disciplinada y coherente del espectro
político, al igual que conservan sus cualidades de buenos “negociadores”, lo que les
permitió, entre tantos otros beneficios, obtener dentro del Frente Amplio, la
titularidad de la candidatura a la Intendencia Municipal de Montevideo, que
maneja aproximadamente a la mitad de los habitantes del país. Y todo eso
habiendo obtenido en las elecciones nacionales, apenas un diputado y un senador.
Sólo reconocen a correligionarios, sus “camaradas”; los demás sólo son
“compañeros de ruta” hasta el punto y momento conveniente.
No se necesita ser muy observador ni político, para poder apreciar como intentan
manipular al gobierno uruguayo de hoy en día para obtener sus réditos políticos
intentando el fracaso del mismo. Es que así crecen, destruyendo. Como intentaron
aliarse a los militares en el año 1973, descaradamente y junto a la entonces
Convención Nacional de Trabajadores (CNT), hoy se alían con el Movimiento de
Participación Popular (MPP) o con quien sea que les sirva y hasta que les sirva.
Dueños del aparato sindical, han obligado al Gobierno en varias oportunidades a
“torcer la muñeca”, pero cuando los que no responden a sus intereses y siendo tan
obreros como los demás no les obedecieron, no dudaron un instante en aplicar las
medidas más fuertes que creyeron conveniente. Es muy posible, que como
maniobra política, más adelante desaten el nudo gordiano y “aquí no pasó nada”,
excepto que utilizaron al Gobierno Central a su antojo, circunstancialmente al
igual que a la ciudadanía.
Nunca descartan ningún camino. ¿Qué dirigente político de cualquier Partido
Tradicional hubiese imaginado que en los años sesenta y setenta el Partido
Comunista Uruguayo tenía el mayor ejército clandestino que podía existir en
Uruguay? ¡Ninguno!
Sin embargo así fue, y desde el año 1962 – 63 fueron armando tal ejército, el cual
luego fue aprovisionado en equipos militares y armamento, especialmente por la
Unión Soviética.
Basta leer el libro titulado “El Ocaso y la Esperanza”, escrito por Jaime Gerschuni
(a) Jaime Pérez, quien llegó a ser primer secretario del PCU, para entender
algunas de estas cosas que hemos venido diciendo, no todas por supuesto, porque la
mayoría ni siquiera las refiere.
La dialéctica es una de sus armas más terribles, pues sus “escuelas de cuadros” son
de una eficiencia y una eficacia, que pueden ser vistas en muy pocas otras
organizaciones de nuestro país.
Por estos dichos y muchos otros más que podrían agregarse, resulta paradójico
que estos agresores internacionales, culpables de las fechorías que hemos
mencionado y muchas otras más, hoy se hayan convertido, con la complicidad de
algunos miembros del Poder Judicial y en especial de Tabaré Vázquez, denunciado
violador de la Ley, en mendaces acusadores que han puesto en prisión en forma
ilegítima e ilegal a varios civiles, policías y militares.
Tte. Cnel. José N. Gavazzo
Prisionero Político

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