martes, 17 de julio de 2012

Pluna, un barril sin fondo
Por Antonio Ladra
Con la caída de Pluna la izquierda perdió la virginidad. 
Con la caída de Pluna, la izquierda ya no es pura e inmaculada. 
Con la caída de Pluna quedó demostrado que gobernar es mucho más que reclamar y señalar y acusar de todo lo malo a la "herencia maldita" de blancos y colorados, que la hay, sin duda, y en muchos aspectos, pero que no explica el cien por cien de los errores.
Con la caída de Pluna, la izquierda se dio cuenta que la "herencia maldita" también se gestó y está en su propio seno.
Con la caída de Pluna, la izquierda, acostumbrada al blanco o negro, se dio cuenta que hay lugar para los grises
¡Y cómo estarán hoy las cosas para la izquierda que este jueves en el parlamento, el senador Pedro Bordaberry fue aplaudido por los trabajadores, afiliados al sindicato de Pluna! Reitero, por si creyó que leyó mal: el que fue aplaudido, fue un Bordaberry. 
Pluna ya es historia. Después de pérdidas y pérdidas, que siempre pagó el Estado, es decir, todos los uruguayos, el gobierno decidió cerrarla, hoy, en el año 2012, cuando eso debió haber ocurrido en el año 2007 o tal vez antes.
Con Pluna se fueron varias escuelas, hospitales, kilómetros de carretera, y hasta algunas cárceles, solo por decir algo.
El tema de Pluna y las asociaciones con los privados tiene su historia que comienza en 1991 cuando el gobierno de Luis Alberto Lacalle logra la aprobación de la ley 16.211, por la que se permitía la concesión de servicios públicos. Dos empresas estatales fueron las elegidas para tal experiencia: Antel y Pluna.
A poco de aprobada la ley, dos sindicatos se ampararon en la posibilidad constitucional de recurrirla. El sindicato de Antel (Sutel) planteó hacerlo solo en los aspectos referidos a la empresa de telefonía, mientras que el de Pluna promovía la recusación total de la norma. El Frente Amplio apoyó la impugnación parcial, impulsada por Sutel, cuya cabeza visible era, en aquel momento, la hoy senadora por la coalición de izquierda Susana Dalmás.
Convocada la ciudadanía a las urnas, el 13 de diciembre de 1992, triunfó la postura contraria al gobierno y Antel quedó en manos del Estado. Como el sindicato de Pluna no logró conseguir las firmas necesarias para detener la privatización, el gobierno blanco se abocó a buscar un socio para la compañía y así se llegó a la asociación con Varig que terminó en el año 2005, trasladando el 100% del capital a manos públicas para dar comienzo a una segunda transición hacia nuevos capitales privados.
La experiencia con Varig no solo fue fallida sino que también le implicó al Estado pérdidas millonarias.
En 10 años de asociación, el Estado uruguayo gastó más de 70 millones de dólares y continuó perdiendo a razón de un millón por mes hasta que en el año 2007 llegó LeadGate, la firma de Matías Campiani, Sebastian Hirsch y Arturo Demalde.
A LeadGate se llegó a través de Ficus Capital, que, de la mano de Danilo Astori, en ese entonces ministro de Economía, fue contratado por el Estado para cumplir la función de broker.
Así lo explica Ficus en su página web: "Ficus Capital, en una innovadora e histórica transacción, se desempeñó como asesor exclusivo de la línea aérea de bandera nacional del Uruguay, PLUNA, propiedad del Estado uruguayo. Este complejo proceso de reestructuración permitió a la compañía contar con un nuevo socio para así ejecutar un agresivo plan de desarrollo que posicionará a la aerolínea como un líder regional en términos de cobertura, calidad de servicio y experiencia, contando el Estado Uruguayo con una participación minoritaria, permitiendo así a la empresa mantener su status de línea aérea de bandera nacional".
¿Pero quién es o de dónde salió Ficus?
El CEO de Ficus es Paul Elberse, quien fuera traído de Holanda a Uruguay por Jorge Batlle para hacerse cargo de la creación del Nuevo Banco Comercial a la salida de la crisis bancaria.
En esa oportunidad, la gestión de Elberse no fue bien vista por el Frente Amplio: los legisladores Víctor Rossi y Danilo Astori, interpelaron al entonces ministro de Economía Isaac Alfie. ¿La razón? Sueldos astronómicos y supuestos vaciamientos del banco (se habló que Elberse ganaba de 50 mil dólares mensuales que no se condecían con una época de austeridad).
A raíz de esa interpelación, en octubre de 2003, Elberse fue despojado de su función por Alfie, razón por la cual luego el holandés le hace juicio al estado por 1.5 millón de dólares y lo gana. Crea entonces Ficus Capital.
Las vueltas de la vida lleva a juntar nuevamente a Elberse con Astori y Rossi.
Una crónica de la periodista Carina Novarese, de julio de 2006, en el diario El País, relata cómo llegó Ficus al gobierno de izquierda.
"Pocos meses atrás el directorio de Pluna ente autónomo se reunió con el ministro de Economía, Danilo Astori y el secretario de Transporte, Víctor Rossi. Entonces se esperaba una definición por parte de la aerolínea venezolana Conviasa, que había manifestado su interés en convertirse en el inversor que todavía busca la empresa uruguaya. Una inyección de capital es casi la única solución que le permitiría a Pluna escapar de una crisis que la persigue desde hace años, pero que llegó a su clímax en los últimos meses como consecuencia -entre otros factores- de la quiebra de su socio, Varig.
Luego de varios meses de negociaciones con los venezolanos, algunas promesas y ningún resultado cierto, Astori decidió que era tiempo de "profesionalizar" el asunto y dejarlo en manos de expertos, según relató un asistente a la reunión. El ministro extrajo una tarjeta de su bolsillo y se la entregó al presidente de Pluna estatal, Carlos Bouzas. "Hay que hablar con esta gente", dijo. En la tarjeta se leía Ficus Capital, una firma de asesoramiento financiero que entre sus responsables cuenta a Paul Elberse, ex vicepresidente y gerente general del Nuevo Banco Comercial y actor importante en la venta de esta institución".
Ficus cobró U$S 1:000.000 por la selección de LeadGate que comenzó a gestionar Pluna, con el 75% de las acciones en sus manos, el 1 º de julio de 2007, luego de haber sido seleccionada, sin licitación, por asignación directa, entre seis aspirantes. De todos modos, curiosamente ninguno de los otros aspirantes recusó la selección.
LeadGate se comprometió a realizar una contribución inicial de 15 millones de dólares, además de la línea de crédito de 10 millones de dólares y de los 152 millones de dólares para incorporar una flota de 20 nuevos aviones. Así lo explicaba la página web de Presidencia en un comunicado fechado el 4 de enero de 2007."Pluna recibió US$ 177 millones de capitalización. Esta inversión llegó a través de un acuerdo firmado entre el Gobierno, Pluna S.A., Pluna Ente Autónomo y un Consorcio formado por capitales alemanes, norteamericanos y argentinos (Leadgate Investment). En 60 días quedarán rubricados los documentos definitivos que prevé la incorporación de 20 nuevas aeronaves y más destinos a la región y el mundo.
Esta Compañía fue seleccionada a partir de la oferta realizada por un broker internacional contratado por el Estado, quien recibió seis ofertas iniciales, cuatro de ellas pasaron a la segunda fase del proceso de selección, resultando ganadora, el Consorcio Leadgate Investiment, una empresa especialista en aeronáutica y con un sólido patrimonio financiero. El plan de la nueva compañía, supone un cambio de gestión y garantía de fortaleza financiera e institucional. En una primera etapa serán incorporadas 5 aeronaves de mediano y largo porte y posteriormente otras 15 para realizar vuelos a nivel regional. La primera fase de capitalización será de 15 millones, luego otros 10 millones a través de líneas de créditos ya comprometidos y el resto de la inversión de 152 millones de dólares, por la vía del financiamiento para la adquisición de las 20 aeronaves, las que serán compradas, a través de operaciones de leasing operativo, que permite la opción de compra definitiva de cada aeronave e incorporarlas al activo de la nueva sociedad o por la modalidad de leasing financiero .
El ministro de Economía Astori, destacó la profesionalidad con la que se llevó a cabo el proceso de selección y dijo que se trata de una transformación total de la línea aérea de bandera estatal, que tendrá como uno de sus principales cometidos desarrollar la conexión del transporte de pasajeros a la región, al viejo continente y Estados Unidos, constituyéndose además como un factor clave en las operaciones y transporte de cargas desde y hacia el puerto libre de Montevideo".
Al final todo fue humo: el Estado se convirtió en garante del 100 % del importe de la operación de adquisición, arrendamiento y leasing de las nuevas aeronaves .
El Tribunal de Cuentas objetó la operación, pero el Ministerio de Transporte rechazó la observación, algo curioso porque cuando el Frente Amplio era oposición este organismo era palabra sagrada.
El plan de negocios inicial fue violado y cambiado a antojo por LeadGate, mientras se hacía una intensa campaña sobre lo bien que le iba a la empresa.
Pero lo único cierto es que la compañía perdió dinero durante los cinco años en que LeadGate tuvo el paquete accionario mayoritario.
El primer año de gestión de LeadGate, (el período 2007-2008), Pluna perdió US$ 25:000.000; en 2008-2009, US$ 22:000.000; en2009-2010, US$ 17:600.000, y en 2010-2011, US$ 8:100.000. Y este año se cree que perderán US$ 20 millones.
El Estado, por su parte, desde el año 2007 hasta el día de hoy ha invertido más de US$ 85:000.000.
LeadGate no sólo generó pérdidas millonarias, también vendió todos los activos de Pluna S.A, lo que significa, hasta en arameo antiguo, una sola cosa: vaciamiento, es decir la presunción de un comportamiento delictivo.
Mientras tanto, a cada hora el gobierno cambia su versión sobre el cierre de Pluna: primero se adujo que los juicios en Brasil, en favor de funcionarios de Varig, querellantes contra aquella empresa, donde la compañía uruguaya es considerada solidaria con la brasileña, precipitó la decisión del cierre. Pero esto se sabía desde octubre pasado que podía pasar, y, además como una hipótesis de trabajo. Luego, a poco de escarbar se supo que no había tales juicios.
Después se dijo que fue falta de liquidez e insolvencia. Un dato que no se podía obviar porque las denuncias sobre la insolvencia de LeadGate se conocieron a los ocho meses de adjudicada la empresa.
El ministro de Transporte, Enrique Pintado, se negó a pensar que los balances estaban maquillados, pero curiosamente la presentación de los mismos ante la Auditoría Interna de la Nación están muy atrasados.
Hace poco más de un mes, LeadGate abandonó la asociación con el Estado, dejando un pasivo de 350 millones de dólares y desde el gobierno se aduce que hay que mirar toda la foto, porque se afirma que hay un activo de 300 millones de dólares.
El asunto es que nadie explica cómo está compuesto ese activo más allá de los aviones, de los que se rescatará, en el mejor de los casos, 135 millones de dólares. Y la frutilla de la torta es: si no había un peso en caja, como dijo el ministro Pintado y debe ser cierto, ¿por qué se le pagó tres millones de pesos de despido a Campiani, gerente general de Pluna, y cómo fue posible que sistemáticamente Ancap prestara combustible a una empresa que daba pruebas fehacientes de insolvencia?
Preguntas que se acumulan y que se deberán responder en algún momento.http://www.teledoce.com/antonioladra/113_Pluna,-un-barril-sin-fondo/

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